sábado, 15 de abril de 2017

Cuco Manzano: "en mi vida solo he estado tres semanas sin moto"

Había pensado hacer algunas fotos más para esta entrevista, pero la verdad es que una vez que me senté con Cuco en el Chiringuito Motero de Arriondas, el tiempo pasó volando entre anécdotas y pensamientos. Porque Baltasar Cagide Manzano, 'Cuco' para la mayoría de quienes le conocemos en este mundillo de las dos ruedas, es un motorista tan experimentado que posiblemente podría pasar horas y horas contando batallas y dando sabios consejos.

La imagen de Cuco es indisociable de su Ducati 900, a la que cariñosamente ha bautizado como 'Pompone' en la que lleva el dorsal nº 7  en homenaje a Barry Sheene


Yo conocí a Cuco hace dos años aproximadamente, en una especie de reportaje que grabó la TPA acerca del mundo 'motero' aquí en Asturias. Fuimos reclutados por María Elsi para presentar un panorama heterogéneo y global cuyo objetivo era dejar reflejado que aquí no hay estándares, que hay estilos y preferencias de toda índole y sobre todo, que quienes amamos este mundo, también amamos nuestras máquinas.
Y de esto, Cuco es un claro ejemplo. Allí se presentó con su SuperSport 900 a la que con cariño ha bautizado como 'Pompone' Desde el momento en que le vi llegar, quedé muy impresionado por la estampa que ambos presentaban, él con su imagen de motorista veterano y su máquina, cuyo diseño es ya un icono.

Siempre quise hacerle este reportaje, pero sin ninguna aspiración más allá de mostrar la esencia motorista, el vínculo físico-emocional más puro y radical que une al humano y a la máquina. Quizás un automovilista puede pensar "eh, eso lo siento yo cuando me subo a mi coche" Pues no: una cosa es sentarte en el asiento de un coche y otra bien distinta, es pilotar una moto, sentir el contacto de prácticamente todo el cuerpo con el metal, guiarla con el mismo movimiento del cuerpo... sentirse uno, en definitiva. Y Cuco, de todo eso algo sabe.

Cuco y su 'Pompone' en Arriondas, para la TPA, allá por Julio de 2015.


Así que, tras salir de Langreo, nos dirigimos a Arriondas por la N-634 disfrutando de las curvas y una bonita mañana fría de Abril. Llegamos y tras pedir un café, nos sentamos y comenzamos a hablar.

P - ¿De dónde te viene la pasión por la moto? Ya sabes, más allá de quienes ven la moto como un mero medio de transporte, quienes sentimos esto como 'algo más'

R - Pues me viene ya de chavalete, de los cromos de los Tigretones, ya desde los años 70 incluso. Recuerdo el As también, que de vez en cuando hablaba de trial, o de la tele, donde decían también que Ángel Nieto había ganado en Alemania por ejemplo. También nombres de pilotos de los que nadie se acuerda: Gilberto Parlotti, Chas Mortimer, etc. De aquella, aquí nadie hablaba de las categorías reinas, quizás un poco de Agostini, y ya. Yo no pasé por la trayectoria esta de primero ciclomotor y tal, siempre quise moto pero económicamente no era posible. Pero empecé a trabajar en el 75 y un año después ya tenía moto. Ese era mi primer objetivo y así, con 18 años, tuve mi Bultaco de trial. La moto siempre me marcó la vida, nunca estuve sin moto; solamente tres semanas, cuando vendí la GSX750EF para comprar la CBR1000. De hecho cuando hice la mili en Córdoba, me llevé mi Jawa 350 para no estar sin moto allí. Esa fue una etapa 'de consumo': habían llegado las soñadas motos japonesas -que aquí estaban prohibidas por el proteccionismo económico- Recuerdo que en aquella época había mucho emigrante en Bélgica y Holanda, y cuando venían con aquellas Hondas que ponía "Four", con aquellos 4 en 1, pues flipábamos, claro. Yo había tenido una Morini y una Guzzi y cuando compré la japonesa, los puristas me decían," anda Cuco, ¡ya caíste en la fiebre de las japonesas!" Pero mi planteamiento era que si las motos eran mi vida, yo no podía pasar sin probar una japonesa, joder. Yo soy muy respetuoso con los estilos o gustos de cada uno, pero el consumismo, la imagen, las redes sociales y tal, van creando estereotipos. Por ejemplo, si tienes una "motocoño" (por lo de "¡coño, otra 1200GS!") ya tienes que ir con todo el equipamiento de maletas de aluminio, gps y demás. Cotu, un amigo mío, subió al Cabo Norte con su 'motocoño' y llevaba unas simples maletas de plástico y ni blog ni ostias... y nadie lo sabe. También hay empreses que venden la aventura con esa publicidad de "Ven a Cabo Norte, nosotros te llevamos la moto" y tal... Ahora todo el mundo opina y sabe de todo, pero considero que un viaje de moto ha de ser en moto. Y punto.


Gilberto Parlotti llevado por su gran rival de la época: Chas Mortimer. Era el GP de Francia, 1972.

P - ¿Qué te aporta a ti esto de la moto, más allá del disfrute propiamente dicho, o de la autonomía individual?

R - Yo salgo a trabajar a las 20:30 de la tarde y cuando son los días largos, llevo la moto y de la que salgo, igual marcho a hacer una ruta por ahí. Esa hora y media o dos horas es puro disfrute y desconexión. Y si llevo el coche, pues vengo pa casa, pongo los vaqueros, garro la moto y tiro pa Mieres, al McCharly y tomo algo. Sí, ye eso: la desconexión.


Cuco es un apasionado de la marca de Borgo Panigale. Y eso se le nota, ¡y mucho!


P - Profundicemos un poco en lo de la primera moto. Empezaste a trabajar y con el primer sueldo ¿qué te compraste y por qué?

R - Pues una Bultaco Sherpa 350. Hoy día tenemos una ventaja enorme a la hora de comprar una moto, porque puedes verla y también probarla pero antes no, y yo siempre pensaba que con una moto de carretera no iba a llegar bien al suelo por mi estatura. Empecé a comprar la revista Motociclismo en 1974 y claro, veía les motos de carretera como muy altas, lo que era un error. Me compré la de trial por eso y realmente no le saqué provecho porque de aquella, en la Cuenca éramos cuatro los que teníamos moto. Yo salía con gente que tenía motos de carretera: Benelli 250, Ducati Road y tal; y me dije a mí mismo que tenía que comprar una moto de carretera porque al final una moto de trial ye para trial y yo no hice nada de eso con ella: a mí me gustaba la carretera. Así que fuimos en una furgoneta a buscar a Gijón la Bultaco. Y aunque nunca había montado en una moto de marchas, fue subirme, arrancar y como si hubiese andado en moto toda la vida. Estaba muy verde pero ya hacía mis pinitos. Después empecé a ir a concentraciones y también a lo que antes se llamaban "motocross". De aquella yo era corresponsal de Solo Moto en Asturies e iba a las pruebas en Carancos, Nava o Villaviciosa.
Después llegó la mili justo en los primeros 80 y yo ya pensaba en vender la Jawa porque la llegada de las japonesas era inminente, aunque tardaron algo más de lo esperado. De hecho yo terminé la mili en el 80 y la primera Yamaha llegó en 1982, así que en el medio compré la Morini.

P - Sé que corriste en La Bañeza y más pruebas. ¿De dónde te vino el gusto por la velocidad y el circuito?

R - Pues tuve una Guzzi Le Mans y el importador de Moto Guzzi, en el 81 o el 82 creo, organizó una especie de "Copa Guzzi" en la que podían participar las Le Mans y las Monza. Y alguien me dijo "Cuco, ¿por qué no te apuntes?" Y como era en el Jarama, pues me apeteció. Al año siguiente Falo, Luigi y Juan Banciella montaron un equipín pa la Copa Guzzi 850 y a cambio de participar, no me cobraben les coses que le hacíamos a la moto. También me quedé con el mono de Ducados con el que corría en aquella época. En la temporada 83 hice el quinto mejor tiempo a pesar de haber pinchado. Iba cuarto o así y me caí. Y como era mi moto de calle, pues decidí comprar una moto pa correr y por eso le compré a Falo la Ossa 250. Corrí la Copa Junior 250 y las Motociclismo Series en F3 con la Ossa, y todavía volví a sacar la Guzzi pa correr en Valladolid. También corrí en circuitos urbanos como Lugo, que era un polígono y un año en la Bañeza, que por cierto de aquella se corría al revés que ahora, increíble. De aquella la seguridad era de risa. Y hablando de circuitos urbanos, un año estuve en Vila Real, en Portugal. Era un circuito urbano donde se llegaron a correr pruebas del Mundial de Super Bikes y el Fórmula TT, campeonato para el que también contaban como pruebas la Isla de Man e Irlanda. En Vila Real corrieron Fogarty creo, y Joey Dunlop y tal, así que imagínate, ahí al lao y nadie lo sabe. En Braga también rodé, es un circuito muy particular porque está diseñado alrededor de un aeródromo y tú a lo mejor vas por la recta y ¡de pronto ves venir hacia ti una avioneta! Hay un grupo gallego de estos "Old School" que organiza una carrera de resistencia allí todos los años, pero ya es otro rollo, ya van con motos japonesas. Es otro concepto de clásicas.


TT F1 en el circuito urbano de Vila Real, años 80. Podéis ver un vídeo aquí.

P - Supongo que está pensado para democratizar un poco el tema de las carreras de clásicas, ¿no?

R - En el mercado de segunda mano ya hay motos aptas para correr en la categoría de japonesas clásicas, a 800 y 1000€. En la prueba que está organizando Quirós en Kotarr, nosotros vamos a salir en categoría Euroclassic con mi Monza y para la Japoclassic hemos conseguido una GSX550 EF, 4 cilindros y 65cv así que imagínate: semimanillares, hacer un poco la horquilla y a correr. Las GSX500 y las Kawa GPZ500 que están regaladas, ya las puedes ver en Kotarr por ejemplo.

P - ¿Y hablando del "Old School"  y la democratización de la moto: qué opinas de este fenómeno del 'Cafe Racer'?

P - Pues hace poco tuve la oportunidad de ver una Zephyr 750 preparada con una horquilla invertida de R1 creo, y un escape artesanal que seguro costaba casi más que la propia moto... Últimamente ye todo a base de meter perres. Y para mí tiene más mérito alguien que se curra las piezas para su moto que quien solamente pone la pasta, aunque como ya te dije, respeto todo. Con esa moto no vas a curvear ni a apurar frenadas, son motos "para enseñar" como lo fueron las custom toda la vida, motos que decíamos "de bulevar" De hecho mira, para la carrera de resistencia que está organizando Quirós, yo propuse que también podían ir BMW R65, pero un amigo me dijo "mira Cuco, ahora esas bóxer, entre bobbers, hipsters, rats y nosequé, están esquilmaes y piden una pasta por las que están enteras" Y eso está empezando también a ocurrir con las K75. ¡Con lo guapu que ye ver una moto original!

P - Eso me ha pasado a mí. En eventos tipo Wheels and Waves, antes veías mucha moto hecha a nivel personal por alguien que se lo curraba en su taller o garaje. Pero ahora las grandes marcas como Yamaha ya permiten al cliente personalizar su moto desde la web. Al final todo el mundo tiene una Cafe Racer, y está sucediendo lo mismo que con las GS. A mi por ejemplo me tira más la estética de las motos de resistencia

R - Yo tengo un amigo que está enamorado de la Kawa de resistencia "Godier Genoud", aquella mítica verde con las "X" en los faros. Tuvo una Ducati 24h. y también una Sanglas-Yamaha y ayer se montó en la mía y decía "un honor montar en Pompone" y tal. Este tío, cuando no había blogs ni nada, se fue con una Puch Minicross a Castellón a una concentración y también a Arguis a la invernal. Por cierto que en el 78 yo también había ido a Arguis. De aquella no existía el Gore Tex ni Thinsulate ni nada de eso. Pantalón de pijama, camisa de felpa de cuadros y un anorak del economato de Hunosa, ye lo que había. Recuerdo que vino un amigo también y cuando paramos en Zaragoza, los dos nos caímos de la moto: teníamos las rodillas congeladas. Ahora la gran ventaja son todos los avances en accesorios y equipamiento pero aún así hay gente que va a comprar y dice "lo mejor que tengas" y después adiós. En definitiva, creo que hay quienes estamos en esto y después gente que también está, pero de paso, por decirlo de alguna forma


Kawasaki de resistencia Godier-Genoud


P - Supongo que ahora las redes sociales también ayudan a dar a conocer mejores productos y a compartir experiencias

R - Sí, a ver. Yo  estuve una temporada algo desconectado de todo lo que rodeaba a les dos ruedes por circunstancias personales, aunque seguía teniendo moto. Y pasado ese tiempo, me vi que había perdido el hilo, cuando llegó la época de los foros y los blogs empecé a actualizarme. Hace 15 o 20 años conocía todos los modelos y características pero de un tiempo a esta parte, ye tal la vorágine y el consumismo que me he visto algo superado, pierdo un poco la onda. Por ejemplo esti amigo mío, Cotu, que tiene una 'motocoño' ahora anda buscando una clásica pero de los 80 o 90 ya sabes, no una clásica como aquellas Montesas o Agustas, porque tuvo una CBX750.

P - Ahora la pregunta del millón, Cuco: ¿por qué Ducati? Ya sabes lo que dijo Quirós de las Guzzis y el 'carácter italiano' de estas motos

R - Quirós si pudiese correr con una Pantah, ¡¡vendía todo lo que tiene!! No, en serio, no sabría decirte. Siempre me gustaron pero aquí, aquellas Ducati 500 siempre tuvieron muy mala fama. Años después empecé a ver les Monster y las 900, mucho más avanzaes. La Monster iba de cine y era mejor tecnológicamente que la que tengo ahora pero yo quería algo distinto. Antes de la Monster tenía la CBR 1000 y después, por circunstancias de la vida, ya no me apetecía viajar tanto, así que no necesitaba tanta moto. Tenía dudas entre la Monster y la Speed Triple de Triumph  y me surgió la oportunidad de una Monster S4 con 3000 km. No me lo pensé

P - ¿Y 'Pompone'?

R - Pues es una historia muy curiosa. Me compré una CBR 600 para circuito para no joder la Monster. Pero me estresaba mucho porque siempre tenía que ir muy arriba de vueltas y para apurar la frenada tenía que bajar como un millón de marchas, así que decidí comprar una 900 para las tandas. La encontré en Francia. Así que un sábado después de trabajar, sobre las 8 de la tarde me metí 900 km. para ir a verla. Quedé con el tipo a las 11 de la mañana del domingo. Hicimos los papeles, se la pagué y vuelta a casa. Esta moto tenía otro feeling, también el tacto de la carburación era muy especial. Así que aún siendo en principio para circuito, la matriculé para calle y vendí la S4.


Cuco es un enamorado de las motos pero también de Asturias. Después de la entrevista nos fuimos a dar una vuelta por el interior. Al fondo, el Monasterio de Valdedios.


P - De todas las motos que has tenido hasta ahora, incluyendo Pompone, ¿de cuál guardas mejor recuerdo?

R - De todes. Quizás la más impersonal fue la Suzuki 750, pero de todes, sí. Incluso de la Jawa 350, a pesar de la guerra que me dio, que me dejó tirado la primera vez que fuimos a Madrid a un gran premio, de 750 creo. Estaban Palomo, Steve Baker y compañía. ¡Nos llevó 14 horas llegar! pero guardo un grato recuerdo de aquella moto. No sé... hay motos que te transmiten, que es tu moto... no me imagino llegar aquí con una Panigale por ejemplo, aunque sea Ducati. Con la que me identifico, con la que hablo, con la que me siento yo realmente, ye con Pompone.

P - Y hablando de la Panigale... ¿Qué opinas tú de, como decías antes, esta vorágine tecnológica en la que las motos quedan obsoletas en poco espacio de tiempo? Ya sabes, comparando con aquellas motos de los 90 por ejemplo

R - No te puedes negar a la evolución tecnológica, pero yo sigo siendo fiel al concepto de moto de los 90, son las que más me hacen disfrutar de la máquina y a las pruebas me remito: ya sabes que tengo una BMW de las nuevas con inyección electrónica, sensor de temperatura, con indicación del promedio de consumo... y la uso a diario y viajo con ella y tal pero si realmente quiero sentir la moto -porque la moto te tiene que transmitir "algo"- tiene  que ser algo áspera y ruda, ruidosa y algo torpe... Pompone. Mucha gente compra estas Ducati por impulso y al poco las vende porque no son lo que esperaban, porque no son motos dóciles. Con una moto así tienes que saber lo que compras y conocer ese "espíritu Ducati" por decirlo de alguna manera. Avances tecnológicos sí, sobre todo en seguridad. Pero también hay accesorios que son auténticas chorradas

P - Bueno Cuco, ahora para terminar, la pregunta mamporrera: Rossi o Barry Sheene?

R - ¡Ostia, ahí jodísteme! A ver, tienen mucho en común pero yo soy de Barry sin dudarlo porque Rossi ha sido el Sheene de los 90. Además de por talento y pilotaje, también a nivel de imagen Barry rompió moldes por muchas cosas: fue el primero en utilizar un mono con colores, el primero en hacer payasadas, en fumar en la parrilla... Se puede decir que Rossi pretendía eso en cierta manera.