domingo, 30 de diciembre de 2018

Mayka y su Harley Davidson

En los últimos años cada vez podemos ver mas mujeres motoristas en España; los tiempos van cambiando y con ellos, las mentalidades. Y aunque aquí aún es mayoritaria la imagen de la mujer "copilotando" una moto sentada detrás de un hombre, las redes sociales -ventana abierta a otros países y gentes- inspiran a cada vez más chicas a ser ellas quienes giren el puño acelerador y no limitarse sólo a acompañar el movimiento de la moto admirando el paisaje.

Pero Mayka no es una de ellas;  Mayka lleva en esto desde hace muchos años, en concreto 25 desde que obtuvo el carnet. Y aunque empezó como casi todos, yendo sentada detrás en la moto deportiva de algún amigo, siempre tuvo claro que quería pilotar su propia máquina. Desde entonces no ha cesado de viajar con ella, sobre todo recorriendo su patria gallega pero también la cornisa cantábrica, pasando frío en Pingüinos hasta en seis ocasiones o "quitándome la espinita de bajar a Faro", sueño que pudo cumplir este mismo verano. Y es que en dos ruedas se disfruta igualmente yendo lejos o al bar del pueblo vecino: lo importante es, como ella dice, rodar.

Mayka y su Iron después de tomar un café en Combarro.


- ¿Mayka: de dónde te viene tu pasión por las motos?
- Pues ya desde bien pequeñita, de mi padre y mi tío. Mi padre empezó a trabajar desde muy joven, era el chófer de los señores de un pazo, circunstancia que le permitió ganar dinero desde muy temprano y convertirse en el centro de las miradas del pueblo montado en su Guzzi. Y da la casualidad de que mi tío era el casero del pazo vecino, propiedad de unos madrileños, así que el cuidarlo durante todo el año le permitió también conseguir el dinero suficiente para comprarse una Ducati. Apenas recuerdo la moto de mi padre pero la de mi tío la recuerdo perfectamente, se parecía a las cafe racer y tenía el asiento granate. Pero yo admiraba las motos custom a las que me refería como "harleys" aunque fuesen de otra marca.

Selfie en "Fervenza do Toxa", un increíbleparaje al que me trajo Mayka este estupendo fin de semana.
Espectacular caída de agua en Fervenza do Toxa



- Y te compraste tu primera moto.
- Sí, en el 94 cuando me saqué el carnet sin que mis padres lo supiesen (risas) porque mi madre no quería ni oír hablar de las motos. Siempre las vio como algo peligroso y lo pasaba fatal cuando se enteraba que montaba en motos "R" con mis amigos. Evidentemente me tuve que comprar un coche para ir a trabajar, lo que me permitió ahorrar para la moto y comprarla en pocos años, una Suzuki Intruder 250, con la que aprendí a rodar, mi compañera de viaje durante cerca de nueve años.

Desde "El Banco más bonito del mundo" se puede disfrutar de una alucinante vista de la Ría, de Vigo, el Puente de Rande y la Ensenada de San Simón. Allí subimos con unos bocatas y algo de bebida, el mejor plan posible para fin de año.


- ¿Tu primer viaje largo?
- Pues con la Suzuki a Pingüinos, 500 kilómetros ida y otros tantos de vuelta. Después algún viaje a San Sebastián. Pero casi siempre a Pingüinos, hasta en seis ocasiones seguidas. Y también viajecitos más cortos por el norte de Portugal, ya sabes: Oporto, etc.

Combarro es uno de los lugares más bonitos que he visitado este año. La marea baja y el atardecer hacen de este pequeño pueblo costero un lugar en el que desearías quedarte un par de días mas.


- ¿Y la Sportster?
- Pues como te dije, siempre estuve enamorada de las HD, pero tampoco me podía permitir un modelo mayor o más caro. No obstante la Iron me tenía enamorada y es una de las motos que más se deja hacer a nivel custom; flipo con las modificaciones que se hacen en páginas y grupos de Facebook que sigo: pinturas, asientos, manillares, depósitos, escapes... De momento no voy a tocar la mía pero más adelante seguro que la mejoraré.

Inconfundible Mayka, con su Shark Raw 

- ¿Tienes algún viaje pensado para este 2019 o a corto plazo, algo que siempre hayas deseado y puedas hacer?
- Realmente no porque este años me he quitado la 'espinita' de bajar a Faro, algo que llevo deseando desde hace muchos, muchos años. Por mi trabajo nunca me coincidían las fechas.Estuve a punto de bajar hace dos años con un amigo, pero desgraciadamente tuvo un accidente mortal con su moto. Realmente no programo viajes, lo que me gusta es arrancar la moto y vagar sin rumbo, lo que surja en el momento. Pero sin duda mis próximas rutas serán hacia el sur, seguramente Andalucía y Portugal.

Mayka y su Sportster durante un pequeño tramo fuera de asfalto que hay que cruzar para llegar a "El banco más bonito del mundo"


- ¿Mayka: alguna confesión de última hora?
- Bueno, como te dije yo me siento muy identificada con el rollo chopper, custom etc. Pero le sería infiel si pudiese tener una Ducati Monster... ¿Te imaginas mi Harley junto a una Monster? Eso no sería un garaje: ¡sería un "Cuarto del Placer"! Yo no descarto tenerla, es más fácil de conseguir que la HD y hay muchas de ocasión. Siempre he deseado probar una moto de ese tipo, algo diferente. Y también me gustaría probar una de monte ¡pero igual es demasiado! Aunque el quad ya lo he probado por mi trabajo y es una auténtica pasada.


Desde Combarro, Mayka y yo os deseamos unas felices fiestas y un inmejorable 2019!